Las estadísticas nos dicen que el riesgo de fracaso es muy alto entre los negocios nuevos y de eso no se escapan las PYMES. Para que estés prevenido, en este post presento 8 causas de fracaso de las pymes y también incluyo algunas sugerencias para anticiparlas y evitarlas.
El 50 por ciento de las empresas fracasa antes de los 4 años
Las estadísticas muestran que son pocos los negocios que logran sobrevivir el primer año y menos aun los que sobreviven a los siguientes años.
De acuerdo con un estudio realizado por la empresa Statistic Brain en enero del 2016, para el mercado de Estados Unidos, el 50% de los negocios que se inician no supera los 4 años y el 29% no supera los 10 años. En la tabla muestro el detalle de los porcentajes acumulativos de empresas que fracasan, teniendo en cuenta los 10 primeros años de existencia:
El mismo estudio recoge las principales causas de fracaso de empresas, mencionando que tres de ellas explican el 87% de los cierres de nuevos negocios. En el siguiente cuadro muestro las principales causas:
El cuadro muestra que las dos primeras causas de fracaso de empresas suman un total de 76%. En ambos casos, las causas se relacionan con problemas en la administración del negocio.
Estas causas son: 1) Problemas en la administración en general y 2) Falta de preparación o de experiencia en aspectos de dirección o gerencia.
8 causas de fracaso de las PYMES
A continuación explico las 8 principales causas de fracaso de las PYMES, para que las tengas en cuenta, estés prevenido y sepas qué hacer para evitarlas:
1. Falta de un modelo de negocio viable
Muchas veces nos aventuramos a iniciar un negocio solo con una corazonada, sin haber hecho “nuestra tarea previa”. Es decir nos lanzamos sin haber realizado un análisis suficientemente detallado del mercado, los costos, la competencia, los requerimientos operativos o las necesidades de financiamiento. En definitiva, sin hacer un plan de negocio.
En muchos de esos casos, las cosas pueden salir bien, pero hay un riesgo alto de que no sea así. Elaborar un plan de negocio ayuda a anticipar los problemas y a tener una definición más clara de lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.
Existe la idea de que hacer un plan de negocio es algo que requiere mucho tiempo y recursos, pero no tiene que ser así. Además, como resultado de ese plan puedes obtener la definición de la estructura de tu negocio y el monto de inversión que se requiere.
2. Falta de habilidades personales
Las habilidades personales son aquellas que le permiten a una persona relacionarse con otros, liderar y motivar equipos de gente o solucionar problemas cuando las cosas se ponen muy difíciles.
Igual que en el caso de las habilidades técnicas, no todos tienen desarrolladas todas las habilidades personales. En este caso, te toca conocer cuáles son las habilidades que dominas y para las que no dominas, apoyarte en otra persona que si las tenga.
Por ejemplo, si eres de los que se le da muy bien estar con los clientes y generar pedidos, pero no te sientes cómodo resolviendo las situaciones que se dan con tus colaboradores, entonces lo mejor sería que consigas alguien para que dirija al personal.
3. No tener un producto único o no tener claro cuál es el valor que se ofrece a los clientes
Todo negocio debe tener claro cuáles son los beneficios que ofrece a sus clientes a través de sus productos o servicios. También debe tener claro que existen clientes que valoran esos beneficios, de lo contrario, el negocio se apoya sobre bases débiles.
Como empresario, debes buscar que tu producto tenga características únicas o hacer negocios de una forma que sea única. El producto debe poder satisfacer los requerimientos de un grupo definido de clientes.
Cuando existe una sintonía casi perfecta entre el producto y las necesidades, se dan las condiciones para generar confianza y fidelidad con los clientes. En esos casos la competencia deja de existir.
Para identificar esas características únicas de tu negocio, es importante mirar qué está haciendo mejor tu competencia, qué está haciendo de una manera diferente y conocer qué es lo que buscan los clientes.
4. Problemas financieros
Por problemas financieros se entiende en general a la situación en que una empresa no dispone de fondos suficientes para hacer frente a los pagos que necesita hacer para poder operar. Esta situación pone en riesgo su continuidad.
Estos problemas pueden ocurrir ya sea por una falla en la estimación de los fondos requeridos para iniciar el negocio. También pueden darse por falta de disciplina, de orden en la administración de los fondos o a malas decisiones al momento de solicitar préstamos. Por ello la planificación financiera es muy importante.
Una situación muy común que se puede presentar, es una descoordinación entre las cobranzas y las obligaciones que tienes con tus proveedores. La causa puede ser que las políticas de compra o de venta sean inadecuadas. Esta situación es independiente de cómo estén yendo tus ventas.
La forma de evitar estos problemas es contar con información financiera ordenada, a través de la contabilidad. No importa si tus libros contables los llevas con un sistema automático o en forma manual, pero debes asegurarte que consideran todos los ingresos recibidos y los gastos realizados.
Si consideras que los números no son tu fuerte, asegúrate de que cuentas con alguien en tu equipo que sí lo sea y podría ser alguien a tiempo parcial.
5. Crecimiento más rápido del que se puede asimilar
Cuando una idea de negocio resulta exitosa y los pedidos comienzan a llegar en grandes cantidades, tanto que quizás no somos capaces de atenderlos adecuadamente, la reacción natural es ampliar el negocio.
No obstante, una expansión muy rápida puede ser un arma de doble filo, si no se lleva a cabo correctamente. Si no se hace crecer toda la organización de manera proporcionada, se podría estar poniendo en riesgo la calidad de los productos o el nivel de servicio que se da a los clientes.
El ejemplo que puede quedar más claro es el de un negocio de comida. Es factible abrir nuevos locales en forma rápida, pero es importante estandarizar las preparaciones y documentar las prácticas de servicio al cliente que dieron buen resultado en un principio.
Si no se cuenta con procesos estandarizados, es muy probable que luego no se pueda mantener el mismo sabor o que la atención no sea la que los clientes están acostumbrados. Esta situación podría ser fatal para tu negocio.
La recomendación es que pienses bien antes de tomar una decisión de expandir el negocio. En todo caso, hazlo hasta el nivel que sientas que eres capaz de manejar.
6. Una mala estrategia de precios
No existe fórmula mágica para definir los precios, sobre todo si es un producto o servicio nuevo en el mercado, para el que no hay una referencia.
La única forma que existe de saber si los precios son adecuados o no, es recoger información de los clientes actuales o potenciales. Es necesario conocer cómo perciben el precio del producto y tratar de entender sus razones.
Por eso es importante que te mantengas cerca de tus clientes y de la fuerza de ventas, para que estés al tanto de lo que pasa y que puedas tomar decisiones oportunamente.
7. Subestimar a la competencia
Quizá parezca lógico enfocarse en la amenaza que representan los competidores más importantes. Sin embargo, es importante conocer bien quiénes son todos los competidores, con independencia de su naturaleza o tamaño y no menospreciar a ninguno, con el supuesto de que tu producto es mejor.
La percepción de calidad de los clientes puede ser distinta a la tuya. Por ejemplo si tu competencia ofrece entrega a domicilio y en forma rápida, esa puede ser una razón para que el cliente prefiera al producto de tu competidor. No importa que tu producto sea mejor o que el precio de tu competidor sea mayor (lee más sobre calidad en Introducción a la gestión de la calidad, en este blog).
Por otro lado, no puedes dormirte en tus laureles una vez que ya tengas una base de clientes leales. La necesidad que satisfacen tus productos o servicios hoy en día, no siempre estará ahí, puede evolucionar y si no te das cuenta que ha evolucionado, tu competencia puede que sí.
Un ejemplo muy palpable de la caída de un negocio por no anticipar los cambios del mercado es el de Blockbuster, la empresa de alquiler de videos, que no vio a tiempo el surgimiento de otras formas de ver películas.
8. Dependencia de los ingresos en uno o pocos clientes
Ganar una cuenta grande es algo muy bueno, pero no deberías concentrar todos los esfuerzos en ese cliente ya que podría ponerte en una posición vulnerable en caso de que decidiera irse con la competencia.
Obviamente no es malo tener clientes grandes, lo que sí es malo es no tener una estrategia de diversificación para tener múltiples clientes de distintos tamaños. De esa manera, la pérdida de un cliente grande no representará un problema grave para el negocio.
Causas de fracaso de las PYMES – Conclusión
Tú que estás leyendo este post, muy probablemente has experimentado alguna de las situaciones que describo, pero si no es así y estás considerando iniciar un negocio, espero haber contribuido a darte pistas sobre las situaciones que le ocurren frecuentemente a los empresarios y sobre lo que podrías hacer si te ocurre a ti.
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