
Un contrato mercantil es un acuerdo escrito legalmente vinculante entre dos o más partes comerciales. Regula las transacciones comerciales, los términos y condiciones, las garantías y otros asuntos legales con relación a un acuerdo. Al formalizar contratos mercantiles debemos asegurarnos de considerar todos los aspectos necesarios, de manera de garantizar que el contrato sea ejecutable legalmente y proteja completamente los intereses de tu empresa. En este post comparto 13 aspectos que debes considerar al momento de formalizar contratos mercantiles.
Al inicio de una relación comercial suele ser todo “color de rosa” y se nos hace difícil pensar que en algún momento las cosas pueden ser diferentes. No obstante, si eso llegara a pasar debemos estar protegidos con un buen contrato mercantil, en caso de que cualquiera de las dos partes tenga que recurrir a acciones legales.
13 aspectos a considerar al formalizar contratos mercantiles
A continuación desarrollo los 13 aspectos que debes asegurarte de considerar al momento de formalizar contratos mercantiles, con el fin de proteger tus intereses:
1. Información de las partes involucradas
Todo buen contrato debe comenzar con una cláusula introductoria que presente toda la información general sobre el acuerdo y el documento.
En esta parte deben presentarse los datos generales de las empresas involucradas y declarar a qué se dedican. Adicionalmente, registrar los nombres de las personas que representan a las empresas en el acuerdo y cuáles son sus cargos en la organización.
Las personas que representan a las empresas en el contrato deben tener autoridad legal para firmar en nombre de su empresa, para la naturaleza y envergadura del contrato que se está firmando.
2. Objeto legal del contrato mercantil
El documento debe indicar claramente cuál es el objetivo u propósito legal por el que se está firmando el contrato mercantil. El propósito legal también sienta las bases para el acuerdo formal de todos los términos y condiciones y debe ser compartido entre todas las partes para que sea exigible por ley.
3. Obligaciones de las partes
Dependiendo del tipo de contrato, cada parte tendrá una obligación. Una de las partes se obligará a prestar un servicio o entregar un producto, bajo ciertas condiciones, mientras que la otra parte se obliga a realizar un pago como contraprestación.
En esta parte deben evitarse las ambigüedades y asegurarse de que no existan vacíos en relación a los términos de ejecución del contrato que puedan en un futuro dar lugar a conflictos por diferencias entre las partes o sobre la interpretación del mismo. Por tanto, es imprescindible describir en forma lo más detallada posible cuáles serán las obligaciones de cada una de las partes.
La contraprestación puede estar expresada en activos tangibles, como dinero o bienes raíces, o en una promesa de realizar o no realizar determinadas acciones.
4. Duración del contrato
En esta parte se debe indicar el tiempo de duración del contrato y de ser posible señalar adicionalmente tanto la fecha de inicio como la de fin.
5. Precio y forma de pago
Es importante dejar establecido en forma clara el precio que deberá pagarse como contraprestación por los servicios o productos recibidos.
Por otro lado, se debe detallar si la contraprestación es una cifra fija pactada o si será una cifra variable. En el segundo caso detallar todos los elementos necesarios para determinar sin lugar a dudas la cifra que deberá pagarse. Sea que se trata de comisiones de cualquier tipo o si se deberá medir los resultados y aplicar algún tipo de tasa.
Otro elemento importante es indicar si el monto incluye o no el impuesto al valor agregado, además de otros impuestos aplicables a la operación.
Finalmente, no basta con indicar el monto de la contraprestación, debe establecerse también la forma de pago, bajo qué condiciones se realizará y en qué plazo. Todo ello, con el fin de evitar futuros mal entendidos.
6. Capacidad legal de las partes
Todas las partes involucradas en el contrato deben tener la capacidad legal para celebrar un acuerdo. Esto significa que deben ser mayores de edad y estar en pleno uso de sus facultades mentales.
Adicionalmente, las personas que representan a las empresas deben estar debidamente facultadas para celebrar contratos de la naturaleza y la envergadura del contrato.
7. Exclusividad
Las partes acordarán qué limitaciones pueden existir para que alguna de las partes realice acuerdos con otras empresas en sectores similares o sobre temas parecidos a los que son materia del contrato.
8. Causales de resolución
En esta parte del contrato se deben señalar las circunstancias bajo las que cada una de las partes podrán desvincularse del contrato. Estas pueden incluir el vencimiento del plazo del contrato, el incumplimiento de las obligaciones de la otra parte u otras causas acordadas previamente por las partes.
9. Acuerdo de resolución de controversias
En cualquier contrato es útil tener un acuerdo de resolución de controversias. Esta cláusula orienta a las partes sobre qué métodos pueden utilizar para resolver cualquier controversia que surja sobre el contrato mercantil.
En esta parte se incluye cualquier método alternativo de resolución de disputas que hayan acordado las partes y su objetivo es ayudarlas a evitar demandas y sanciones legales.
El tipo exacto de resolución de disputas que incluye un contrato mercantil dependerá de la naturaleza del contrato y del acuerdo de sus firmantes.
10. Cláusula de Indemnización
Una cláusula de indemnización es un acuerdo por el que una parte se compromete a pagar a la otra parte por los daños o perjuicios que le haya causado o le pueda causar, de acuerdo con las circunstancias establecidas en el contrato mercantil.
Las cláusulas de indemnización son habituales entre clientes y empresas. Permiten que la empresa proporcione productos y servicios sin el riesgo de ser considerada responsable de las expectativas no cumplidas de los clientes, pérdidas financieras o daños causados por eventos de terceros.
11. Garantías
Las garantías son promesas sobre ciertas características de un producto o servicio. Por ejemplo, una empresa puede ofrecer una garantía de devolución de dinero por un producto si no cumple con sus estándares de calidad. Las garantías pueden ser expresas o implícitas.
Las garantías expresas están escritas en el contrato. Las garantías implícitas son garantías asumidas basadas en la venta de un bien o servicio.
Las garantías también pueden estar relacionadas con eventos intangibles, como daños a terceros o pérdidas financieras en nombre de un socio comercial.
Un buen contrato mercantil debe expresar claramente qué garantías ofrece cada parte y qué aspectos no están cubiertos por las garantías.
12. Legislación aplicable y jurisdicción competente
En caso de cualquier desacuerdo entre las partes sobre la ejecución del contrato, que no haya sido posible resolver a través de los medios alternativos de resolución de controversias pactados, se puede dar lugar a un procedimiento judicial para dilucidar cuál de las dos partes lleva la razón.
La mayoría de personas, suelen otorgarle poca importancia a esta cláusula, sin tener en cuenta que es uno de los aspectos más trascendentales de un contrato, pues en ella se establece a qué ley se somete el contrato y cómo y ante quién se resolverá cualquier conflicto que resulte de la relación de las partes derivadas del contrato, su interpretación, ejecución o incumplimiento.
Normalmente, las partes se someten a una Jurisdicción determinada, por ejemplo, a los Juzgados de una ciudad en particular.
13. Firmas de las partes involucradas
Todos los contratos deben estar firmados y fechados por las partes correspondientes. Es importante asegurarse de que las firmas sean legibles y estén impresas en una línea de firma designada al final del documento.
Los firmantes deben utilizar su nombre y apellido legales. También deben incluir cualquier título relevante, como su rol profesional en una empresa.
Las fechas debajo de cada firma hacen que un contrato sea válido. También pueden confirmar o establecer una fecha de vigencia.
¿Las cláusulas para formalizar contratos mercantiles son siempre las mismas? ¿Cuántas puede contener?
Las cláusulas de contrato listadas anteriormente son las más comúnmente utilizadas o las más básicas que cualquier contrato debería contener, pero cada contrato tiene sus particularidades y habrán muchas más cláusulas que agregar según el tipo de operación y transacción.
La recomendación es buscar apoyo profesional para articular de forma correcta estos contratos. Un abogado podrá analizar cuales son los riesgos de cada operación y redactar las cláusulas correspondientes para que exista una verdadera seguridad jurídica entre las partes.
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