Seguramente en estos momentos algunos países mantendrán todavía las restricciones puestas en vigor por los gobiernos, para tratar de frenar el avance de la pandemia del COVID-19. En otros países ya se habrán comenzado a levantar algunas de las restricciones, incluyendo Italia, Francia y España, que fueron duramente golpeados. Lo que queda claro es que el mundo ha cambiado completamente en unas pocas semanas y el ambiente de negocios en general nunca volverá a ser el mismo. Sin embargo, existen algunas lecciones empresariales del COVID-19.
En este post ofrezco la traducción libre del artículo 5 lecciones que los empresarios deberían aprender de la pandemia, publicado en el portal All Business. A continuación el artículo:
5 lecciones empresariales del COVID-19
Si eres como yo, estarás estupefacto sobre la forma como ha cambiado el mundo en pocas semanas. Seguramente tratas de imaginar con un poco de temor cómo van a ser las cosas cuando la amenaza del coronavirus haya pasado. Muchos negocios han sido golpeados, especialmente los más pequeños y el panorama de los negocios va a cambiar para siempre.
He tenido mis momentos de pesimismo, como seguramente todos los han tenido, pero trato de mirar el lado positivo. Siempre habrán lecciones por aprender, como resultado del caos. Quedará de nuestra parte decidir si prestamos atención a ellas o no.
1. No estamos solos
Fui despedido unas semanas atrás como resultado directo del COVID-19. Eso es muy triste. Sentí lo mismo que si hubiera roto una relación que estaba completamente saludable y feliz.
Sin embargo no me siento molesto o amargado, aunque sería entendible. ¿Por qué? Porque sé que no estoy solo. El 20% de mi compañía fue despedido también. Millones de otras personas han sido también despedidos, los han mandado de vacaciones o han visto una reducción en el número de horas de su jornada de trabajo.
Todos estamos en pánico. Todos estamos preocupados sobre cómo llegaremos a fin de mes.
Dado que yo también soy un empresario, puedo ver el otro lado de la moneda. Los pocos clientes que pude conservar, me solicitaron una reducción temporal en las tarifas. ¿Acepto sus requerimientos y me quedo contento de ganar algo de dinero? O ¿les digo que no y no recibo ningún ingreso? Seguramente tu estarás enfrentando las mismas decisiones.
Esta pandemia me ha hecho ver de una manera descarnada cuán conectados estamos todos. En toda mi existencia nunca hubo nada que haya impactado a todas las personas de la tierra, como lo ha hecho el coronavirus. Me da algo de tranquilidad saber que no soy el único empleado despedido, ni el único empresario con dificultades.
2. Lo que sí sabemos ahora, determinará nuestras posibilidades de sobrevivir como negocio
¿Qué estás haciendo actualmente con tu negocio? ¿Estás acomodado en posición fetal, esperando que las cosas mejoren? ¿Estás buscando proactivamente formas creativas de impulsar tu negocio? ¿Estas atascado en el proceso de solicitar financiamiento? o ¿Estas poniendo un ojo en cómo puedes mantener trabajando a tus empleados?
Podemos estar de acuerdo en que da miedo. Pero no hacer nada no va a ayudar a los millones de pequeños negocios en este país que están en problemas. Debemos ser proactivos en planificar el ahora, inclusive si eso significa modificar los planes que ya teníamos y también pensar en lo que necesitamos hacer para el futuro.
3. El futuro ha cambiado también
Con relación al futuro, seguimos hablando sobre cuánto esperamos que las cosas vuelvan a ser como antes. La verdad es que las cosas nunca volverán a ser como antes. Al menos no por un buen tiempo. Tal vez nunca. Siento algo en el estómago cuando pienso en cuántos negocios cerrarán como consecuencia del COVID-19, para no volver a abrir nunca. Industrias enteras cambiarán la forma de operar.
Probablemente tengas que cambiar la forma en que venías haciendo negocios. Si te pones a pensar en eso ahora, tal vez puedas desarrollar un plan para llevar a cabo esos cambios.
Una cosa buena que ha surgido como resultado de todo esto es que muchos negocios han aprendido a operar remotamente. En mi anterior empleador, teníamos un equipo de soporte al cliente que estaba sujeto a regulaciones estrictas de la industria financiera y tenía que operar a puerta cerrada, dado que dicho equipo tenía acceso a información sensitiva de los clientes. También gracias a la crisis, la compañía descubrió cómo encriptar la información, de manera que el equipo pudiera trabajar desde casa y continuar apoyando a sus clientes.
Como resultado de todo esto, tal vez existe un lado positivopara tu negocio también. Tal vez sepas ahora que puedes tener una fuerza de trabajo distribuída, lo que te permitiría ahorrar dinero. Tal vez puedas ofrecer la opción de trabajar desde casa como un beneficio a los nuevos empleados. Utiliza este rayo de esperanza para cambiar la forma de operar, para mejor.
4. Nunca estaremos preparados en exceso
Nadie hubiera podido prever esta crisis. Pero ¿qué habríamos hecho si hubiéramos podido anticiparla? El mes pasado escribí acerca de cómo sería una potencial recesión y cómo podríamos prepararnos para ella. Pienso que es bueno hacerse esa pregunta en cualquier momento, especialmente sabiendo lo que sabemos ahora, de que no podemos siempre prevenir los desastres. Pero al menos podemos, en forma marginal, prepararnos para ello.
Muchos propietarios de negocios se están dando cuenta ahora de lo poco preparados que están, cuando elaboran sus solicitudes para acceder a los préstamos de apoyo. Tengo amigos que sólo registran sus ingresos y gastos una vez al año, para efectos de la declaración de impuestos y que ahora están pasando dificultades para calcular los datos que les piden en las solicitudes. Este es un gran ejemplo de algo que puedes hacer cada mes o cada tres meses para tener claras tus finanzas, en caso de que pase lo peor.
5. Esto también pasará
Me digo esto cada día que pasa. Las cosas están mal ahora para muchos de nosotros. Muchos estamos atrapados en casa con niños que se trepan a las paredes. Podría ser que no sepamos cómo vamos a pagar las cuentas del próximo mes. Incluso estamos impedidos de salir y disfrutar del aire libre, lo que puede poner en riesgo nuestra salud.
Pero esto pasará pronto. Piensa en aquellos que sobrevivieron a la gran depresión, a la segunda guerra mundial o al atentado a las torres gemelas. Cualquiera sea tu desgracia, ellos tendrán algo en común: Eventualmente las cosas mejorarán. Si, el trauma y el impacto financiero puede que duren por un tiempo, pero sobreviviremos a esto. Solamente tenemos que mantenernos positivos y saber que vendrán cosas buenas.
5 lecciones empresariales del COVID-19 – Conclusión
El enfoque que le da el autor de este artículo al problema es obviamente muy personal y se ajusta a su situación particular. Sin embargo, si analizas tu realidad con el mismo enfoque que este artículo, estoy seguro que podrás identificar algunas lecciones empresariales del COVID-19, para poner en práctica en tu negocio, sea en estos momentos o cuando las cosas mejoren.
Para más información sobre este tema, lee 8 consejos para dirigir tu negocio durante épocas de crisis, en este mismo blog.
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